TRASTOS-USADOS
maquinaspotentes - EBRO

  Contacto
  Noticias
  introducción
  OPEL
  SCANIA
  MAN
  VOLVO TRUCKS
  DAF
  IVECO
  MERCEDES BENZ
  MASSEY FERGUSON
  EBRO
  FENDT
  NEW HOLLAND
  SAME-DEUTZ FAHR
  BMW
  VOLKSWAGEN
  VOLVO
  AUDI
HISTORIA DE LOS TRACTORES ESPAÑOLES 
EBRO 
(PARTE 1ª: 1952 – 1979) 

Símbolo de una época




ELOY GALVÁN 
Asociación Española de Amigos de la Maquinaria Agrícola
Ebro labrando

Para paliar el atraso de la agricultura española y mejorar la producción, el Gobierno decide en 1952 convocar un concurso que facilite el establecimiento en España de fábricas de tractores. Ese mismo año, Ford Motor Ibérica presenta su solicitud y, en agosto de 1953, el Ministerio de Industria resuelve a favor de esta empresa una de las concesiones.




Ford Motor Ibérica

Filial en España de Ford Motor Company, es en esa época una compañía muy asentada en el país. Su historia se remonta a 1920 cuando se constituye en Cádiz la Ford Motor Co. S.A.E. con un capital de 500 000 pesetas y, en un local de la zona franca, inicia el ensamblaje de camionetas, automóviles Ford T y tractores Fordson. Un año después, la compañía solicita al Gobierno autorización para la fabricación local de componentes para algunos de los vehículos que monta y, en 1923, traslada la factoría a Barcelona. En 1929 se decide cambiar la razón social a Ford Motor Ibérica. El éxito de ventas de los coches y camionetas que fabrica crece de manera continua en el mercado español hasta el punto de que la multinacional decide, a principios de 1936, iniciar la construcción de una nueva fábrica. Un plan que quedará truncado al estallar la Guerra Civil. La planta de Barcelona se mantendrá abierta durante la contienda abasteciendo al ejército de la República. Si bien, Ford mantiene una doble jugada con ambos bandos ya que, desde Inglaterra a través de Portugal, también suministra camiones y automóviles al ejército franquista. 

Aunque la Guerra Civil implicó fuertes pérdidas para Ford Motor Ibérica, los años siguientes no fueron fáciles para la compañia a que hubo de invertir un gran esfuerzo y capital para recuperar, y poner de nuevo en marcha, la factoría de Barcelona para la fabricación de pequeños camiones. Paralelamente, en este periodo de posguerra, Ford Motor Ibérica mantuvo diversos encuentros con las autoridades españolas con objeto de recuperar su antigua idea de abrir una nueva fábrica de vehículos. Esta idea no fue aceptada por los dirigentes del Instituto Nacional de Industria (INI) cuyas tesis se fundaban en la participación del estado en el capital y en la gestión de las grandes compañías de automoción, asunto que Ford Motor Ibérica se negó a admitir desde el inicio de las conversaciones. 

Siguiendo su programa, a mediados de siglo, el INI emprende una serie de acuerdos con otras empresas europeas del sector más proclives a aceptar la fuerte carga intervencionista del estado. Para tratar de superar estas dificultades, a principios de los años ‘50’, Ford Motor Ibérica ofrece al gobierno la posibilidad de establecer en España una fábrica de tractores para contribuir a superar los graves problemas de mecanización de la agricultura local, siempre que se le permita actuar de modo independiente e implementar los medios para fabricar automóviles y camiones. La idea de Ford Motor ibérica era hacer valer su permanencia desde 1920 en el país, y su compromiso con la industria española, para hacerse un hueco entre las empresas autorizadas a instalar un centro de fabricación de vehículos.

Sin embargo, la decisión del Ministerio de Industria autorizando a Ford Motor Ibérica la instalación de una fábrica de tractores, aparecida en el BOE en octubrede 1953, no permitía deducir ningún cambio de idea por parte del INI acerca de su disposición a permitir a Ford el establecimiento de una nueva fábrica de automóviles, ya que sus tesis intervencionistas seguían vigentes. A la vista de los acontecimientos y, dado que por una parte el mercado español de tractores resultaba poco atractivo si no estaba apoyado por la producción de otro tipo de vehículos y que, por la otra, Ford Motor Company no estaba dispuesta a compartir el control de su filial en España con las autoridades locales, la multinacional opta por el abandono de sus aspiraciones fabriles y por su salida del país. De inmediato, Ford Motor Ibérica inicia las gestiones para la venta de sus acciones, creándose para ello una nueva empresa con accionistas españoles y una fuerte presencia de la banca local. La razón social de la nueva empresa será Motor Ibérica, S.A. a la que, en mayo de 1954, se traspasarán los activos de Ford Motor Ibérica.

[Subir]

Motor Ibérica S.A.

A pesar de la firme decisión de abandonar el país, Ford Motor Company resolverá mantener estrechos contactos con la nueva compañía. Para ello, en el acuerdo firmado entre Motor Ibérica S.A. y Ford Motor Company se incluirán cláusulas asegurando el apoyo técnico de la multinacional para la instalación de maquinaria, el desarrollo de ingeniería y la implantación de procesos para la fabricación de camiones y tractores.

Poster Motor Iberica

El apoyo de Ford Motor Company a Motor Ibérica fue capital para el desarrollo de la empresa española. La multinacional, una de las grandes compañías mundiales de automoción, fue creada por Henry Ford en 1903, quien pocos años más tarde aplicó un sistema revolucionario de fabricación de vehículos que facilitó la construcción de más de 15 millones de automóviles y camiones en menos de 20 años. En 1917, este gran emprendedor comenzaba la producción de tractores através de una compañía denominada Henry Ford & Son Corporation, que utilizaría para dar nombre –Fordson– a sus tractores. El primer tractor fabricado en serie por esta firma sería el Fordson modelo F, uno de los tractores más vendidos de la historia. Se trataba de una unidad dotada de un motor de 4 cilindros, con 20CV, de la que se fabricaron másde 700.000 unidades, y que fue producida tanto en Estados Unidos como en Europa. A este modelo seguirían, con menor fortuna, otros tractores que compitieron sin mayor gloria por el mercado. Sin embargo, a finales de los años ‘30’, se produjo un encuentro entre Henry Ford y Harry Ferguson que se haría famoso –alcanzaron un pacto entre caballeros que sellaron con un apretón de manos– ya que esta decisión transformaría el mercado de los tractores tras presentar en 1939 –tan sólo un año después del acuerdo– los revolucionarios y competitivos modelos Ford 9N y Ford 2N depotencia media producidos en Estados Unidos. Estos tractores, dotados del novedoso sistema Ferguson de control automático de aperos y de una avanzada tecnología aplicada por la compañía Ford, alcanzarían un notable éxito de ventas.

Pero en 1947, Ford muere y su descendencia toma decisiones al margen de Ferguson que éste no acepta de buen grado. Por ello, Ferguson rompe con la compañía Ford e inicia su propia empresa. Sin embargo, Ford Motor Company continuaría su andadura aplicando en sus tractores el desarrollo alcanzado en sus últimos modelos de éxito. Una decisión que Henry Ferguson denuncia y gana en los tribunales, limitando temporalmente el avance de los tractores Fordson. En la factoría Ford de Dagenham-Inglaterra se suceden diferentes modelos hasta la llegada, en 1952, del Fordson New Major, al que sucederá en 1958 el Fordson Power Major y, en 1961, el Fordson Super Major. Los avances introducidos en estos tres modelos influirán muy directamente en los tractores fabricados por Motor Ibérica ya que, hasta 1965, gran parte de las mejoras y novedades incorporadas en los modelos ingleses serán gradualmente aplicadas en los tractores fabricados en Barcelona.

[Subir]

Los primeros Ebro

Gracias al soporte técnico de Ford, y al amparo de las ventajas del decreto ley que declaraba a la industria de tractores como de “interés nacional”, Motor Ibérica estará en poco tiempo en condiciones de montar sus tractores. Así, en mayo de 1955, saldrá de la factoría de Barcelona la primera unidad producida por esta compañía. Se trata de un tractor designado como modelo Ebro. Cuenta inicialmente con una potencia de 38 CV y está fabricado a partir del modelo Fordson New Major E1As que se produce en la factoría de Dogenham, y que goza de gran éxito de ventas en el mercado europeo. Este tractor, comúnmente designado como “Ebro 38”, se ofrecerá también en futuras versiones con potencias de 42 y 44 CV, de acuerdo con la evolución de sus hermanos ingleses. Monta un novedoso motor de gran prestigio con 4 cilindros y 3.6 litros de cilindrada, transmisión de 6/2 marchas y frenos de zapata. Durante un tiempo, el tablero de mandos estará situado en la inteparte inferior del frontal, aunque, unos años después, se ubicará en la parte superior tras el volante. El enganche tripuntal dispone de elevador, pero no de sistema de control automático de profundidad. El modelo Ebro será el único tractor que Motor Ibérica ofrezca al mercado hasta 1961, fecha en la que aparecerá el modelo Super Ebro. Este nuevo tractor se presenta con importantes novedades. En primer lugar, la imagen externa del tractor Super Ebro se adapta al cambio que en Inglaterra ha experimentado el Fordson Super Major para sus tractores de exportación. Además, el motor ha sido diseñado para proporcionar 52 CV a 1600 rev/min, y el sistema hidráulico trabaja ahora en combinación con el sistema tripuntal para controlar automáticamente la profundidad de labor de los aperos.
 

Ebros 183, S55, 470


En 1964 se introducen los modelos Ebro 48 y Ebro Super 55. Representan una actualización de los modelos Ebro y Super Ebro. El motor de ambos tractores ha sido mejorado para trabajar a 1800 rev/min, entregando una mayor potencia que sus predecesores. Así, el tractor Ebro 48 proporciona 49 CV de potencia máxima, y el Ebro Super 55 alcanza los 55 CV. Pero el Ebro Super 55 incorpora algunas de las últimas novedades ya probadas del tractor Fordson Super Major, como una bomba hidráulica de mayor caudal para mejorar la capacidad de alzamiento del enganche y el sistema Qualitrol para una mejor actuación del control automático del tripuntal. Unos meses más tarde de su salida al mercado, se sustituirán los frenos de zapata por otros de discos para asegurar una mayor retención en el transporte.

En 1965, el acuerdo entre Motor Ibérica y Ford Motor Company no resulta tan necesario como lo fue 10 años antes, cuando la empresa española inició su andadura. Motor Ibérica precisa una renovación de sus tractores y Ford Motor Company está interesada en incrementar la comercialización de productos que promocionen su marca, ya que los tractores Fordson Super Dexta y Narrow Dexta que Motor Ibérica importa paralelamente a su producción suponen una cifra muy reducida. Por ello, ambas compañías coincidirán en la decisión de no renovar el contrato de colaboración que, ese mismo año, finaliza. Ford Motor Company buscará una empresa local de solvencia que gestione las importaciones de los tractores de su marca, llegando en breve a un acuerdo con la prestigiosa firma Parés Hermanos, una compañía con 90 años de tradición en la comercialización de maquinaria agrícola, que representa a importantes marcas –Massey Ferguson entre ellas– y que tiene una gran implantación en España a través de sucursales propias y concesionarios.
 

tabla caracteristicas Ebros

[Subir]

Entrada de Massey Ferguson

Mientras tanto, Motor Ibérica es consciente de que los costes de desarrollo de una nueva serie de tractores son excesivamente altos para su capacidad industrial y financiera, por lo que precisa un nuevo socio que aporte desarrollo tecnológico y apoyo económico. Será el entonces ministro de Industria, Gregorio López Bravo, quien ponga a Motor Ibérica en contacto con Massey Ferguson. Las dos empresas no tendrán ninguna dificultad para entenderse, ya que Massey Ferguson busca ampliar su escasa cuota de mercado de tractores en España, restringida por las limitaciones impuestas a las importaciones. Por esta razón, el acuerdo resultará muy atractivo para las dos compañías y Motor Ibérica firmará una alianza con Massey Ferguson que, entre otros compromisos, incluirá la fabricación de tractores Massey Ferguson y Ebro en la planta de Barcelona, y la entrada de la compañía americana en el capital de la empresa española, lo que la multinacional llevará a cabo en 1966 adquiriendo a Ford el 32% de las acciones de Motor Ibérica, que más tarde ampliará hasta el 36.85%.

A partir del acuerdo alcanzado con Massey Ferguson, Motor Ibérica inicia una fuerte expansión tanto en el sector de maquinaria agrícola como en el de transporte adquiriendo, entre otras, la empresa Motorización Agrícola, S.A (MASA) –fabricante de cosechadoras MF en Noaín, Navarra– y Maquinaria Agrícola e Industrial (MAINSA) –fabricante de aperos en Ejea de los Caballeros (Zaragoza)–. A principios de 1967, se presenta al mercado el nuevo tractor Ebro 160. Se trata de una unidad que incorpora la imagen externa de los últimos tractores Massey Ferguson, pero cuya tecnología de motor, transmisión y sistema hidráulico está basada en la del tractor Ebro Super 55, aunque con un motor más revolucionado y de mayor potencia, y doble embrague. Ese mismo año, la compañía inaugurará unas nuevas instalaciones fabriles en la zona franca de Barcelona. Será en 1968 cuando Motor Ibérica inicie la producción de un tractor con nuevas características al presentar el modelo Ebro 183 dotado –por primera vez en los tractores Ebro– con un motor Perkins de 6 cilindros. Desde 1959, Perkins pertenece a Massey Ferguson y dispone de una factoría en Madrid. La decisión de incorporar motores Perkins a la marca será una solución económica y factible para los tractores Ebro. El modelo Ebro 183 se diseña partiendo de la configuración del Ebro 160 cuya estructura se refuerza para aceptar la mayor potencia del motor. Asimismo, se introduce como equipo base una dirección servo asistida, para un manejo más cómodo, y una bomba de mayor caudal para abastecer el sistema de control automático del tripuntal. La remodelación externa de la serie alcanzará también al tractor Ebro Super 55 que, en 1969, cambiará su imagen clásica adaptándose a la de la nueva familia Massey Ferguson, con la denominación Ebro 155. Además de la versión estándar, este modelo se proporcionará también en versión estrecha para trabajos en marcos reducidos. Sin embargo, dada la demanda del mercado, el modelo Ebro Super 55 sobrevivirá en su configuración clásica algunos años más, ofreciéndose con las mismas características que el modelo Ebro 155.
 

tabla caracteristicas Massey Ferguson

En 1970, la gama de tractores se actualiza con mejoras técnicas para mayor fiabilidad de las unidades, presentándose los modelos 155D, 160D y 684, que reemplazan a los modelos 155, 160 y 183, respectivamente. Además de producir los tractores Ebro, Motor Ibérica prepara también la fabricación e introducción de una gama de tractores Massey Ferguson con las características propias de la marca. La fabricación de estos tractores se hará efectiva a partir de 1971, con la presentación de los modelos MF 135 Ebro y MF 147 Ebro, a los que en un año seguirán los tractores MF 178 Ebro, MF 165 Ebro, MF 157 Ebro y MF188 Ebro que complementarán la oferta nacional de Motor Ibérica en las gamas de potencia media y alta.

Dado que, en su configuración, los tractores Ebro son distintos de los modelos Massey Ferguson, se decide establecer una clara distinción entre ambos productos. Para ello se implantará un nuevo diseño que provea a los tractores Ebro de personalidad propia. Así, en 1973, se presentarán al mercado los modelos 155E, 160E y 684E arropados con un nuevo traje azul que será la imagen base para los futuros tractores Ebro a fabricar. La misma configuración externa, pero en color rojo, diferenciará a los tractores destinados a la exportación. Estas unidades incorporan novedades de interés con objeto de asegurar a los clientes de Ebro una mayor fiabilidad. Entre sus características destacan un nuevo elevador hidráulico independiente, un nuevo eje delantero reforzado, una transmisión más robusta y un nuevo sistema eléctrico. Ese año Motor Ibérica celebra la cifra de 100 000 tractores Ebro comercializados en España.
 

tabla modelos en activo

[Subir]

Los Ebro de cadenas

Ebro con cadenas

A principios de los ‘70’, el número de tractores de cadenas que se comercializa en España ronda las 2 000 unidades anuales que, en una gran mayoría, se importan de Italia. La compañía está presente en este segmento con tractores Massey Ferguson procedentes de Italia. Sin embargo estos tractores sólo cubren el mercado de potencia media. Por ello, en 1972, y de acuerdo con su concesionario Catac, S.A., Motor Ibérica abre una pequeña planta en Córdoba para construir tractores de cadenas, en la que se producirá el Ebro TC-75. Este tractor, de 75 CV, incorpora buena parte de los componentes del modelo de ruedas MF 178 Ebro al que se añade un tren de rodaje de 5 rodillos, y distintas tejas entre 360 y 450 mm. Sin embargo, este tractor apenas tendrá éxito, cancelándose su fabricación años después.




La huella de Renault

Un año más tarde, Motor Ibérica introducirá los restantes tractores de la gama: los modelos Ebro 350 y Ebro 460, de 47 y 62 CV que vienen a sustituir a los tractores Ebro 155E y Ebro 160E, que han cumplido una excelente misión para la marca. El origen de estos nuevos modelos se encuentra en la factoría de Burgos que Motor Ibérica acaba de adquirir a Renault. Los dos tractores estrella de la marca francesa, los modelos Renault 57E y Renault 88E, representan una oportunidad para mejorar temporalmente la oferta Ebro en la gama media hasta la presentación de una nueva Serie. Así, buena parte de los componentes de los tractores de la marca francesa se adaptarán y montarán en los nuevos modelos. Junto a los motores Perkins, ya habituales en la marca, los tractores Ebro 350 y Ebro 460 ofrecen una probada transmisión sincronizada de 8/2 marchas y frenos de disco en seco. La dirección asistida será inicialmente opcional. Posteriormente, de estos dos modelos se presentará al mercado una versión estrecha para trabajos en zonas de frutales y huerta.


La serie 6000

En 1978, Motor Ibérica exhibe en la SIMA de París su moderna línea de tractores Ebro 6000. Montan motores Perkins de nueva generación y la gama alta equipa transmisiones sincronizadas de 12/4 marchas. La marcha atrás está sincronizada con el grupo medio de avance. El eje delantero, el sistema hidráulico, los frenos en baño de aceite, la dirección hidrostática, la plataforma del operador y la cabina integral se han rediseñado desde el origen. Los tractores a comercializar, inicialmente, serán los modelos 6080, 6100 y 6120, introducidos en España en la FIMA de 1979. Un año después, la línea Ebro 6000 para competir en los segmentos de media y alta potencia quedará definitivamente configurada. Tractores ligeros: el modelo 6040, de 43 CV, en versiones estándar y viñero. Tractores medios: 6070, de 72 CV, y 6079, de 77 CV, en versiones estándar, doble tracción y arco alto, Y tractores pesados: 6080, de 76 CV; 6090, de 95 CV; 6100, de 102 CV; y 6125, de 130 CV. Estos últimos en versiones estándar y doble tracción.
La alianza con Massey Ferguson se ha mantenido firme desde 1965, pero 1979 es un año de fuerte recesión para la agricultura americana y, por otra parte, la gestión de la multinacional pasa por un periodo de gran perturbación relacionado con irregularidades en el entorno de la propiedad. Ese año, MF toma la decisión de vender a Nissan su participación accionarial en Motor Ibérica. Aparentemente, el cambio no afectará a la división de tractores de la empresa española que, durante años, seguirá manteniendo una estrecha colaboración tecnológica y fabril con Massey Ferguson. 
 


(PARTE 2ª: 1980 – 1994) 
Símbolo de una época



ELOY GALVÁN 
Asociación Española de Amigos de la Maquinaria Agrícola
Ebro 6116

A finales de los ‘70’, comienzan a aparecer en el mercado español nuevos tractores de última generación, tanto de fabricación nacional como importados, que elevan el nivel de exigencia de los agricultores locales.

Para mantener su fuerte presencia en el mercado español, Motor Ibérica –que en ese periodo alcanza una cuota del 30% entre las marcas Massey Ferguson y Ebro– inicia la introducción de los nuevos tractores Ebro, Serie 6000. Se trata de una nueva gama que incorpora cabina integrada o bastidor, motores Perkins de última generación, transmisiones sincronizadas, ejes de doble tracción con árbol de transmisión centrada, pedales suspendidos,dirección hidrostática, marchas ultralentas de hasta 0.5 km/h, seguro de arranque en el embrague y otras características de gran interés para los clientes.

  La compañía dispone de una gama que incluye el modelo ligero Ebro 6040, de 43 CV, en versiones estándar y viñero; los modelos medios Ebro 6070, de 72 CV, y Ebro 6079, de 77 CV, en versiones estándar, doble tracción y arco alto; y los tractores pesados Ebro 6080, de 76 CV, Ebro 6090, de 95CV, Ebro 6100, de 102 CV, y Ebro 6125, de 130 CV, todos en versiones estándar y doble tracción.

  El objetivo de estos nuevos modelos de 43 a 130 CV es cubrir el segmento de mayor demanda, tanto local como vecino, ya que las autoridades han anunciado la progresiva desaparición de las restricciones al comercio con Europa para ofrecer en pocos años un mercado abierto. Así, tras las tímidas presentaciones iniciales realizadas en París a finales de los ‘70’ y en la FIMA de 1980, Motor Ibérica decidirá finalmente realizar con gran despliegue de medios técnicos a finales de ese mismo año en Granollers (Barcelona), la introducción de la nueva serie, desvelando sus entresijos. En dicha presentación, junto con los tractores Ebro de la Serie 6000, la compañía introducirá los minitractores Ebro A-29-L y EbroA-35-L fabricados en Ejea los Caballeros (Zaragoza), que sustituirén a las unidades que Motor Ibérica importa de Italia para cubrir ese nicho de mercado.

[Subir]

Renovación de la gama de mayor potencia

En tan sólo dos años, los tractores de mayor potencia serán sustituidos por nuevos modelos con similar denominación que incorporan diversas mejoras relacionadas con una mayor seguridad y comodidad de operación. De ese modo, a finales de 1981, la gama pesada quedará configurada por los modelos Ebro 6080 2/4, de 76 CV; Ebro 6090 2/4, de 95 CV; Ebro 61002/4, de 115 CV; y Ebro 6125 2/4, de 130 CV. En los dos modelos mayores, los motores ofrecen ahora mayor potencia.

En 1982, Motor Ibérica recompondrá la gama de minitractores presentando la Serie 2000. Estos nuevos tractores asimilan los anteriores modelos comercializados, que también se venden bajo la marca AVIA. Los modelos presentados son cuatro tractores entre 21 y 36 CV, todos ellos articulados y con ruedas isodiamétricas, que permiten trabajar en zonas estrechas y recogidas. Estos modelos, de dobletracción y reducido radio de giro, tienen una fuerte demanda en las zonas de montaña del Cantábrico por su bajo centro de gravedad. También resultan muy apreciados para trabajos especiales en el litoral mediterráneo, principalmente en zonas de emparrados, ya que su maniobrabilidad y baja altura permiten realizar las labores con gran comodidad y sin daños para los cultivos. Disponen de motores diésel de inyección directa, dirección hidráulica, frenos de disco en baño de aceite con accionamiento hidráulico –en los modelos de mayor potencia– y toma de fuerza proporcional al avance. Estos minitractores tendrán una buena aceptación en el mercado durante la década de los ‘80’.

Junto a los nuevos minitractores, Motor Ibérica presentará en FIMA ‘80’ una renovación del modelo estándar más pequeño de la Serie 6000. Se trata del modelo Ebro 6045 que se ofrecerá, al igual que su predecesor el modelo Ebro 6040, en versiones estándar y viñero. Al nuevo tractor se le ha dotado de un motor de mayor potencia para un mejor aprovechamiento de su diseño. Asi mismo, incorpora el seguro de arranque en el embrague que ya ofrecen sus hermanos mayores, nuevos frenos de discos múltiples en baño de aceite y un sistema hidráulico de mayor capacidad para una mayor precisión en el control de los aperos y más caudal de aceite para las salidas. Motor Ibérica exhibirá también una nueva versión de la cabina integral diseñada para la Serie 6000, que se fabrica en Noaín (Navarra). La nueva cabina se apoya en bloques de goma de nueva constitución para asegurar un menor nivel sonoro y dispone de aire acondicionado de mayores prestaciones.

tabla 1 pagina 3

En los siguientes años, los ingenieros de Motor Ibérica introducirán mejoras en los tractores de la Serie 6000 relacionadas con el entorno del operador y la seguridad en el trabajo, dotando –asimismo– de mayor potencia a los motores. En1984, se presentará al mercado un sistema de control del consumo de motor que procura un mejor aprovechamiento del combustible. Se trata de una indicación luminosa en un reloj de la consola que señala el consumo real y el consumo ideal en cada momento, ayudando al operador a seleccionar la marcha más conveniente. Este dispositivo será premiado en FIMA 1984, en el concurso de Ahorro Energético.

El bienio 1986-1987 será un periodo clave para Motor Ibérica, ya que la compañía deberá afrontar un gran número de acontecimientos y problemas pendientes. De entre ellos destaca el hecho de que, en breve, finaliza el acuerdo fabril y comercial que la compañía mantiene con Massey Ferguson, por lo que Motor Ibérica deberá optar por intentar renovar dicho contrato o buscar otro socio tecnológico. A su vez, Nissan –ahora el accionista mayoritario de Motor Ibérica– considera que la división agrícola no proporciona la rentabilidad estimada y que su peso en los beneficios de la compañía resulta muy inferior al deseado. A este análisis se une el hecho de que esta división sólo supone el 20% de la facturación total de Motor Ibérica.
 

tabla 2 pagina 3

tabla 3 pagina 3

tabla 4 pagina 3

[Subir]

Massey Ferguson, Nissan… y Kubota

La venta de Massey Ferguson a Nissan del 36.5% de las acciones de Motor Ibérica, en 1979, fue el comienzo de un sólido asentamiento de la empresa japonesa en nuestro país. Además, para afianzar el control de la compañía, en 1981, Nissan aumentó su participación en Motor Ibérica hasta un 55%, revalidando progresivamente esta inversión hasta controlar, en 1987, el 80% de las acciones. La evolución de los acontecimientos anima a Nissan a desprenderse de la división de maquinaria agrícola, especialmente si tenemos en cuenta que la experiencia de la empresa nipona en este sector se circunscribe sólo a su gestión en Motor Ibérica.

Pero aún nos encontramos en 1986, un periodo en el que Nissan dará una solución a las complicaciones que le proporciona la división agrícola de Motor Ibérica. La salida a esta situación vendrá de la mano de otra compañía del lejano oriente: Kubota. En 1986, Motor Ibérica, Kubota Ltd. y Marubeni fundarán una sociedad que se denominará Ebro- Kubota, S.A.

La nueva compañía tendrá un capital social de 1100 millones de pesetas y, aunque Motor Ibérica ostente el 80% de las acciones, Kubota será el socio tecnológico de referencia. La sociedad se formaliza documentalmente en diciembre 1986, y su constitución se presenta a la prensa y al mercado con gran despliegue de medios. Kubota es, con gran diferencia, la mayor empresa de maquinaria agrícola de Japón, y Marubeni una compañía de intermediación comercial sobradamente conocida en el mundo empresarial. La nueva sociedad tendrá su sede en Cuatro Vientos (Madrid) y los terrenos e instalaciones –que serán la aportación de Motor Ibérica a la nueva sociedad– se encuentran disponibles para ser remodelados en función de las necesidades de la nueva factoría. 

En 1986, la Serie 6000 aún se verá incrementada con dos nuevos tractores: el modelo Ebro 6095, de 96 CV; y el modelo Ebro 6115, de 116 CV. Ese mismo año, Motor Ibérica producirá el tractor Nº 300 000 en sus instalaciones de Barcelona.

Empieza una nueva era para los tractores Ebro

A mediados de 1987, los tractores Ebro comenzarán a producirse en las nuevas instalaciones de Ebro-Kubota en Cuatro Vientos que, inicialmente, han sido diseñadas para fabricar hasta 7 000 unidades/año. El cambio de sede a Madrid y, con ello, la liberación de suelo en la factoría de Barcelona permitirá a Nissan Motor Ibérica incrementar sus líneas de producción para atender la fuerte demanda de vehículos 4x4 Patrol y furgonetas Vanette que el mercado solicita. Ese año, confirmando su vocación de futuro, la razón social de Motor Ibérica pasará a denominarse Nissan Motor Ibérica, S.A.

Ebro-Kubota dispone de una gama muy apreciada en el mercado, cuya tecnología es el resultado de la evolución y de las mejoras introducidas en la Serie 6000 a lo largo de varios años. Su configuración incluye los siguientes tractores: modelo Ebro 6045 estándar y Ebro 6045 V en la categoría ligera; modelos Ebro 6070 F, Ebro 6067, Ebro 6070 y Ebro 6079 en la categoría media; y Ebro 6090, Ebro 6095, Ebro 6100, Ebro 6115 y Ebro 6125 en la categoría de tractores pesados. Todos los tractores estándar se ofrecen en versiones de simple y doble tracción.
 

imagen ebro serie 6000

 En la Feria de Valladolid de 1988, se introducen al mercado los nuevos tractores Ebro-Kubota de la Serie 8000. Estas unidades mantienen aún el motor Perkins y elevan hasta 135 CV la potencia máxima de la gama. La nueva serie consta de cuatro modelos: Ebro 8070, de 72 CV; Ebro 8100, de 96 CV; Ebro 8110, de 115 CV; y Ebro 8135, de 135 CV. Los tres primeros se ofrecen en configuraciones de simple y doble tracción, mientras que el modelo de mayor potencia dispone de una versión única de doble tracción. Las tres primeras unidades se identifican en sus características de motor, transmisión y frenos, con otros modelos de la Serie 6000, si bien incluyen algunas novedades, como reducciones finales con sistema de planetarios internos –ahora en todos los modelos– un sistema hidráulico de alta capacidad, especialmente en el modelo Ebro 8135 cuya fuerza de elevación con cilindros auxiliares alcanza los 4 500 kg, y una nueva apariencia externa. Así, el modelo Ebro 8070 reemplaza al 6070, el Ebro 8100 sustituye al modelo Ebro 6095, y el tractor Ebro 8110 sucede al modelo Ebro 6100. La Serie 8100 convivirá durante un tiempo con los tractores de la Serie 6000 de categoría ligera y media, los cuales serán sustituidos progresivamente por unidades Kubota, que ya comienzan a ser fabricados en la factoría madrileña.

Los tractores Ebro y los tractores Kubota se ofrecen en el mercado a través de la red comercial de Nissan Motor Ibérica, compitiendo con sus antiguos compañeros de equipo Massey Ferguson que, desde 1987, se ofrecen a los agricultores a través de una nueva red de ventas creada para este fin. Tres años después de desembarcar en España, Kubota Ltd. llegará a un acuerdo con sus socios para incrementar su presencia en el accionariado de Ebro-Kubota, S.A., hasta un 60% del capital de la compañía. La operación se llevará a cabo en noviembre de 1989.

Los mercados europeos de maquinaria agrícola se encuentran en plena recesión y, especialmente, el español. Son años de ‘vacas flacas’ y los registros de tractores y otras máquinas se reducen de año en año, por lo que muchas empresas del sector se replantean su salida o su cierre. A pesar de ello, Ebro-Kubota mantiene un programa de fabricación e introducción de nuevos tractores que será aplicado de manera rigurosa. En lo referente a los modelos Ebro, el programa incluye la incorporación de los motores Nissan –fabricados en la factoría de motores de Cuatro Vientos– a los tractores Ebro de la Serie 8000. De ese modo, en 1991, saldrá a la luz la nueva Serie H 100, que incluirá tres tractores de la gama más alta: el modelo Ebro H 100, de 105 CV; el modelo H 115, de 114 CV; y el modelo H 135 DT, de 135 CV. Los motores, todos ellos de 6 cilindros se montan en otras unidades de automoción pesada con gran aceptación entre los clientes.
 

imagen ebro 6070 imagen ebro 6070

[Subir]

 Sin embargo, los grandes esfuerzos requeridos para introducir en el mercado los tractores Kubota, y el bajo número de equipos en fabricación lastran a Ebro- Kubota S.A. desde su nacimiento. En 1994, la compañía acumula unas pérdidas operativas de más de 12 000 millones de pesetas en un mercado a la baja en el que no se aprecian signos de recuperación. La situación económica y financiera de la filial española de Kubota es descorazonadora. Por ello, a principios de ese año, el Consejo de Administración tomará la decisión de cancelar la producción y cerrar la factoría. Eso significa el fin de la fabricación en España de los tractores Kubota… y el fin de la existencia de los tractores Ebro.

Han pasado 40 años desde que, en 1955, Motor Ibérica presentara al mercado el primer tractor Ebro 38, hasta la decisión de cierre de la planta de fabricación de Cuatro Vientos. Desde entonces, el número total de tractores producidos en las factorías de Motor Ibérica en Barcelona y de Ebro-Kubota en Madrid acumula una cifra superior a las 350 000 unidades. De esta cantidad, más de 250 000 unidades corresponden a tractores Ebro. Una cifra impresionante para una marca cuya huella sigue presente en la comunidad agraria, tanto por el gran número de unidades que aún pueden verse en los campos, como por el imborrable recuerdo que de estos tractores mantienen nuestros agricultores.
 

fechas representativas

[



 

Hoy habia 1 visitantes (1 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis